Pese a que ya estamos de salida, en cuestión deportiva la pandemia creada por el COVID-19 nos tiene vueltos locos. El decir que ya estamos de salida es en términos de estar encerrados sin poder hacer alguna actividad, pues nunca se podrá actuar como antes de la pandemia, sino que el deporte tendrá que adecuarse a la nueva normalidad. Mucha gente durante el encierro empezó a buscar formas de hacer deporte de muchas maneras diferentes y por obvias razones siempre existieron varias dudas sobre el deporte en tiempo de pandemia y las consecuencias que podría tener a la salud.

La pandemia ha ofrecido diversas maneras de cambiar el deporte, hemos visto muchas pruebas en el deporte colectivo de como los deportistas empezaban a hacer actividades. El futbol fue uno de los que empezaron actividades más rápido, no es raro, dado que es el deporte más popular a nivel mundial; la gente estaba impaciente por observar a sus deportistas favoritos y esto causó que se apresurará el inicio de algunas actividades deportivas de conjunto, pero no hubo tanta información acerca de los que gustan de hacer deporte individual y cuáles eran las consecuencias de correr o hacer actividades con mascarilla o cubrebocas.

Recientemente ha surgido la duda de si se puede hacer deporte con mascarilla y si esto afecta en la salud del deportista o realmente solo es una cuestión de sentirse sofocado. La respuesta es bastante complicada, pues normalmente la respuesta de la gente que está en contra del ejercicio con mascarilla sería que es lógico que te falte el oxígeno mientras realizas la actividad en un estado de hipoxia, pero desde un tiempo atrás de que existiera la pandemia, ya había deportistas de alto rendimiento realizando actividades con un tipo de mascarilla, esto para crear una falta de oxígeno y con eso tener una mayor resistencia.

El entrenamiento de hipoxia ya era conocido. Varios ciclistas profesionales entrenan en montañas altas, pues el aire tiene una menor concentración de oxígeno, después de eso regresan al nivel del mar y su rendimiento mejora de manera significante. Fue por eso que las máscaras de entrenamiento se volvieron populares, principalmente en Estados Unidos, y se ha comprobado que entrenar con ellas tiene una ligera mejoría para recuperar el esfuerzo.

Uno de los argumentos de la gente que se rehúsa a hacer ejercicio con cubrebocas o mascarilla puesta es: la concentración de CO2 puede llegar a ser tóxica en concentraciones elevadas, tales como el 10%. El aire que el cuerpo exhala al respirar contiene un 4% de CO2, este aire en parte se queda en la mascarilla pero no llega a ser perjudicial, sólo se queda el 0.4% de CO2 en la máscara y es lo que llegas a respirar al inhalar de nuevo, porcentaje mucho menor del necesario para llegar a intoxicarte que es del 10%. Te sugerimos dar clic aquí para conocer más sobre el tema.

Aunque en México el tema tratado todavía no es de gran importancia, esta información está sirviendo mucho en otras partes del mundo, inclusive la Sociedad Española de Medicina del Deporte (Semed) y el Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos en España están haciendo campaña para dar a conocerlo y proteger a los demás.

Es necesario que se use mascarilla o cubrebocas al hacer algún tipo de actividad, sobre todo en espacios cerrados como gimnasios, aunque no está de más hacerlo en espacios abiertos como parques y campos. El cuerpo humano llega a ventilar de 6-7 litros en estado de reposo, al hacer una actividad física puede pasar a 100-250 litros, dependiendo el esfuerzo que se llegue hacer. Los estudios indican que si hay alguien contagiado en un espacio cerrado mientras se realiza una activad física, es muy probable que contagie a alguien más y es mayor la posibilidad de ser contagiado si los individuos no cuentan con cubrebocas.

Así que es momento de seguir cuidándonos entre todos y, si no nos cuesta nada, es mejor realizar actividades de manera más segura y pensando en nuestra salud, la de nuestras familias y la de todos los demás.

Fotografías: Adobe Stock.