Nopales, cactus y tunas
Escrita en: Marzo 27, 2021
Para mí, la temporada de Grandes Ligas empieza desde febrero con la Cactus League de Spring Training. Aunque mucha gente hable fuertemente mal a mis espaldas y diga que estoy loco por ir cada año a Glendale, Arizona, al Camelback Ranch; no salir de ahí por una semana para ver béisbol, oler el perfume a tierra y hot-dogs y ver juegos que para muchos no cuentan; llegar desde temprano pa’ ver cómo barren el campo; créanme, lo volvería hacer el resto de mi vida sin fijarme atrás pa’ escuchar murmullos. Yo estaré ahí, como siempre, disfrutando y analizando cada paso, cada turno al bat de nuevos prospectos y veteranos que se preparan para el playball del florecer del mes de abril y dar lo mejor de sí.
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Y la verdad, cuando termina la temporada en octubre-noviembre, yo ansío que sea febrero para irme al spring training, abrir un bote, jugar con la sombra y el sol, frío o calor, olor a bloqueador de la güerca con el perro mordiéndole el calzón, escuchar cada frase de fanáticos veteranos que siempre traen filo y pinole; y es que uno nunca sabe con quién se va encontrar en ese bonito complejo de Baseball, desde el borracho tropezando ya en apenas la segunda entrada o con algún seguidor de los Dodgers que te saca plática y te mira a los ojos para decirte que el firmó en Grandes Ligas con los Rojos antes de Pete Rose; ve tú a saber, ¿y dónde fuera cierto y no le pedí una foto por ranchero que soy?
Esta vez también fui al complejo de los angelinos llamado Diablo Stadium, la neta ¡qué chingón está el nombre! El estadio, la verdad, está muy hermoso y caluroso, aunque mucha gente dice que está gacho y a medios chiles, a mí se me hace tan bonito y pues, la verdad, cualquier estadio con barda, marcador y zacate me enamora, pos yo juego en un llano con vacas y toros.
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Los angelinos cuentan con un lineup muy bueno en la defensiva y ofensiva, pues nomás en el outfield juegan Dexter Fowler, Mike Trout y Lagarez, a esos no se les pasa ni una chiva, es como ver tres center fielders cubriendo todo el terreno; el infield, ni se diga, Iglesias con ese gran guante cubriendo el short stop con jugadas espectaculares, suave y preciso; Rendon en la tercera con elegancia jugando; el joven Fletcher en segunda y queriendo romper más récords; en la inicial esta Albert Pujols. Ahora imagínense a esos con el madero y agregando al japonés que según esta al millón después de su operación, pa’ querer romper con la mala situación que por años han traído de no llegar a playoffs y, la verdad, creo que así seguirán, sin llegar tan lejos y dejándolo nomas como tristes sueños porque el picheo lo traen por los suelos.
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Y como siempre, llegue al hermoso Camellback Ranch, lugar donde entrenan los Dodgers y los White Sox, y da la gran casualidad que este año los dos pueden llegar fácil a la Serie Mundial. Es muy simple y sencillo, este 2021 los equipos de la Nacional traen metate, molcajete y un buen comal, pero les voy a decir y recalcar otra vez lo que dije el año pasado: “cuidado con los White Sox en la Liga Americana”, estos peladitos traen el Caribe en la pelota, fiesta con música latina en cada turno al bat y me consta. El pasado juego de entrenamiento que los miré, traían un carnaval y lo festejaban mucho en el dogout; el lineup mayormente cubano y dominicano. Entonces, imagínate el flow y el danzón que se están pasando. La llegada de Tony La Russa a poner orden y guiarlos a una Serie Mundial en donde todos quieren llegar. Señores y señoras, este año mi predicción se pinta de azul y negro pa’ Serie Mundial.
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Atentamente,
Pliego Villarreal
Fotografía principal: Adobe Stock.
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