La isla de Holbox ha sido conocida como el secreto mejor guardado de México, pero este paraíso también guarda los suyos, como Punta Caliza Hotel. 

Un espacio creado por una familia de viajeros enamorados de su país, con una propuesta arquitectónica que busca la comunión entre el agua y la tierra, la modernidad y lo vernáculo, la simpleza y el confort.

Punta Caliza recibe su nombre por la blanquísima piedra caliza que dota al caribe mexicano de sus míticas arenas, este color adorna cada rincón de la fachada del acogedor hotel boutique, dándole un toque simple y elegante.

Las líneas rectas y los colores puros de la construcción se ven acentuados por una piscina interior, sin duda la característica más llamativa, creando a primera vista una viñeta de claustro anegado. 

El agua cristalina llega hasta el marco inferior de cada puerta, y no sólo cumple una función estética, sino que esta inusual localización del cuerpo de agua regula la temperatura del aire, reduciendo el uso de equipos acondicionadores eléctricos. Además de brindar una experiencia acuática inusual.

La localización de las palapas permite que cada una tenga su propia piscina privada, a su vez comunicadas con la piscina principal del hotel, creando una inusitada forma de unir los espacios, y el vehículo es nuestro cuerpo. 

Cada mañana, al simplemente abrir la puerta de la habitación, los huéspedes pueden darse un refrescante chapuzón, y practicar en enérgicas sesiones de natación recorriendo el anegado patio principal.

Cada una de las doce palapas conserva la estética clara y sencilla, tomada de las construcciones vernáculas mayas, lo que permite espacios frescos. 

Madera de cedro y zapote, tabique ‘“chukum” ーuna pasta realizada con la resina de un árbol de la región del mismo nombre y piedra calizaー y zacate de palma, son los materiales ecológicos con los que se erige este espacio, los cuales permiten una ventilación natural constante. 

Emulando la arquitectura de las chozas mayas, cada espacio se adapta totalmente al entorno tropical de la península. La sensación de comunión con el ecosistema de Holbox es simplemente inigualable. Entrar a cada una de estas palapas resulta toda una experiencia sensorial, gracias al enervante olor a cedro que inunda los espacios.

Punta Caliza Hotel es una experiencia anclada en medio de manglares y el cielo más azul que el caribe puede regalarte. Una experiencia que debe vivirse en carne propia.