La sabanas en Tanzania se extienden por kilómetros, con pastizales altos y árboles esparcidos, un terreno por el que los animales salvajes andan a sus anchas, tranquilos. En el horizonte, la montaña más grande de África se erige más alta que las nubes, el Kilimanjaro con su corona de nieve.

El Kilimanjaro es la montaña independiente más alta del mundo (es decir, se encuentra completamente sola), a unos 4900 m de altura desde la base hasta la meseta. Forma parte de las siete cumbres, las cuales son el sueño de casi cualquier amante del climbing. 

La reina de África es la más fácil de la lista, por lo que es un buen comienzo o un intermedio si deseas conquistar las siete cumbres, ya que es una montaña de senderismo, no hay secciones por lo que no es necesario escalar con equipo especial. 

El único inconveniente que viven los excursionistas es aclimatarse a la altura, pero nada que no se resuelva subiendo lentamente.

Escalar una montaña de las magnitudes del Kilimanjaro, sin duda, es uno de los eventos que te acompañarán por siempre. Aunque no tenga las dificultades de otras montañas en el mundo, el Kili tiene una experiencia única sensorialmente, ya que gracias a su magnitud tiene cinco zonas ecológicas distintas.

Al ir subiendo por ella, pasarás por cinco entornos completamente diferentes en un lapso de pocos días. 

Gracias a su magnitud, los vientos oceánicos y la altitud afectan las condiciones ambientales que se encuentran en la montaña, todo comienza con el “Bushland” la zona más baja, que al poco se convierte en “Rainforest” donde podemos observar la mayor variedad de plantas y animales en el Kilimanjaro.

Al seguir subiendo, te encontrarás con la sección llamada “Heath”, cubierta principalmente por musgo y brezos. 

Cerca de los cinco mil metros, comienza el “Alpine Desert”, que como su nombre lo indica, es un lugar seco que recibe muy poca lluvia, lo que decanta en temperaturas excesivas. Y por último, al llegar a la meseta, la cúspide del Kilimanjaro, llegarás a la zona del ártico, donde los glaciares reinan y se caracteriza por la ausencia de vida vegetal y animal.

Subir a través de las secciones en el Kilimanjaro, te demuestra el lado increíble del planeta Tierra y te da la oportunidad de probar tu temple contra diversos climas.

Unirte al grupo de personas que ha escalado la montaña que corona a África, sin duda es una experiencia que te cambiará la perspectiva sobre tu vida. Cada que las adversidades te superan, podrás recordar el momento en el que desafiaste todo, incluso a ti mismo y lo lograste.

Una experiencia de climbing digna de contarle a tus nietos.