Hidratación y sudoración en la actividad física
Escrita en: Julio 08, 2021
Cuando realizamos actividad física, el organismo empieza a regular la temperatura a través de la sudoración, donde ser pierden ciertos minerales como: hierro, zinc, magnesio, sodio y potasio, así como gran cantidad de agua; esto depende del tipo de ejercicio y la duración del mismo.
En la actualidad aún siguen existiendo muchos mitos de la quema de grasa a través de la sudoración, pues se cree erróneamente que a través del sudor perdemos grasa. Lo cierto es que, pese a que en el sudor encontramos una mínima cantidad de toxinas, la mayoría son eliminadas por la orina y, al momento de sudar no se elimina grasa, lo que se pierden son electrolitos.
Al realizar ejercicio para el control de peso o ejercicio de baja intensidad, se recomienda mantener un buen estado de hidratación antes, durante y después del ejercicio físico. El consumo de agua simple muchas veces suele ser suficiente sin llegar a la necesidad de tomar bebidas rehidratantes e isotónicas.
Por el contario, en deportistas de alto rendimiento o en ejercicio donde estamos expuestos a mayor deshidratación por competición, es necesario apoyarnos con bebidas deportivas para la pronta recuperación, pues la perdida de electrolitos suele ser mayor. En estos casos resulta complicado valorar con precisión el estado de hidratación y la perdida de líquidos y electrolitos.
Una buena hidratación no solo se relaciona con la recuperación de líquidos, sino que además esta vinculada al rendimiento deportivo, es por ello que a lo largo de los años se ha fortalecido el estudio sobre cómo lograr una buena hidratación deportiva.
Con base a lo anterior, existe una guía de hidratación de la American College of Sport Medicine; esta guía, que a lo largo de los años se ha actualizado, sugiere dividir la hidratación en tres fases principales:
Antes del ejercicio
Propone que 4 horas antes del ejercicio es necesario tomar de 5 a 7 ml por kg de peso corporal.
Durante el ejercicio
Evitar la deshidratación. Se sugiere el consumo del 2% del peso corporal, por ejemplo: para un atleta de 70 kg, el consumo es de 1.4 L promedio.
Después del ejercicio
Para determinar el consumo de agua después del ejercicio es importante conocer el peso previo a la competición y el peso final, de esta forma se determinar la perdida que tuvo para recuperarlo nuevamente.
Determinar el consumo hídrico exacto para un deportista o atleta de alto rendimiento resulta complicado, lo importante es encontrar el equilibrio, conocer tu cuerpo para no caer en la deshidratación o en el exceso de consumo. Las guías de hidratación suelen ser excelente opción en conjunto con la evaluación de la tasa de sudoración para determinar un consumo adecuado, mejorar el rendimiento y mantener un estado óptimo de salud.
Finalmente, recuerda que sudar más no suele ser proporcional a la perdida de grasa, pues ésta se consume a través de otros mecanismos, las actividades de moda que se llevan a cabo en temperaturas altas pueden tener un impacto grave en la salud creando deshidratación y un golpe de calor que genera graves consecuencias.
Analiza el tipo de actividad, tus condiciones de entrenamiento y nivel de actividad; finalmente evalúa si tu requerimiento hídrico se logra únicamente con el consumo de agua natural. Además, no olvides acercarte a un especialista, pues ellos siempre podrán asesorarte de manera más eficaz.
Referencia:
Sawka MN, Burke LM Eicher ER er al; 007.
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