Jeff Koons es un artista imposible. Esa es una gran parte de su atractivo, de hecho: crea objetos fantásticos e imposibles. Y si logras mirar detrás de la superficie pulida de su arte, verás algo bastante fascinante, algo que dice mucho sobre el estado del arte contemporáneo en la sociedad actual.

Dicho esto, Koons realmente no quiere que mires detrás de la superficie. Él es el rey de las superficies: te enamoras de su cachorro de inmediato, involuntariamente, sin ironía. Criticará la banalidad del consumismo, pero lo hace exaltándolo: nunca las aspiradoras nuevas parecían tan deseables o perfectas. Su serie de obras más duradera, más cara y más seductora se llama en realidad Celebration. Cuando ves una de esas piezas en la carne, especialmente en el contexto bellamente curado de la retrospectiva masiva de Whitney, te abruma con su tamaño, presencia y profundidad reflectante. Es bling, pero es bling venerable, igualmente en casa en los pasillos de Versalles o en los espacios modernistas de Whitney. Esto no es fácil: Koons es un hombre que le da un significado completamente nuevo al término peso ligero.

Lo destacamos porque a mediados de la década de 1980, la comedia, el atletismo y el diseño gráfico encontraron su combinación perfecta en los carteles de John y Tock Costacos. "For the kids", una nueva exposición comisariada por la directora de la galería Fabienne Stephan y el asesor Adam Shopkorn en el Salón 94 Freemans, considera la apropiación, específicamente el idioma pop-comedia de Jeff Koons de los años 80, parte de su fórmula.

Algunos de los mismos se exhibieron en la exposición “Apariencia desnuda” presentada en el Museo Jumex, en el espacio “Total equilibrium tank y Nike posters”, que exploraba el deseo y el objeto en la obra de Marcel Duchamp y Jeff Koons.

Koons comenzó su trabajo con la apropiación de las imágenes deportivas solo un año antes de que los Costacos Brothers surgieran como pioneros de los carteles deportivos. Las piezas eran anuncios de Nike que el artista compró a la marca, después de ir al fabricante para ver si podía usarlos como propios.

En uno, “Stormin ’Norman” (1985) vemos un póster enmarcado del gran Norm Van Lier de los Chicago Bulls, cabalgando a través de la composición en un rayo, con el brazo en alto, el baloncesto en la mano con nubes que revelan el swoosh de Nike en el fondo; “The Dynasty on 34th Street” (1985) representa a un pequeño grupo de jugadores de baloncesto.

En una entrevista de Artforum en 2003, Koons dijo acerca de este trabajo: “Vi a los atletas en esos carteles como representantes de los artistas del momento, y la idea de que estábamos usando el arte para la movilidad social de la misma manera que otros grupos étnicos han usado el deporte. Éramos niños blancos de clase media que utilizamos el arte para ascender a otra clase social".

A partir del deporte y sus discursos además de áreas de interés, es interesante cómo la apropiación del artista de la cultura pop como medio de comentario social se convirtió en parte integral de su práctica.