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Pa’que le llore el ojo

Escrita en: Agosto 22, 2020

Pa’que le llore el ojo

Uno ya sabe hasta donde llegar y hacer pipí, en qué parte lo pueden mirar con desprecio, en qué parte le pueden echar la luz para que le llore el ojo, en qué lado uno puede hacer con confianza sin ocultarse sintiendo esos escalofríos sabrosos o en que parte tiene que a veces cerrarle al zipper apretando la verija fracasando y con cuidado de no volarse un huevo. Hay ciertas reglas ya escritas que mucha gente las rompe sin lugar a duda y sin miedo a la reprimenda. Recuerdo una vez que en Monterrey, Nuevo León, y para ser más específicos en San Pedro Garza García, lugar donde la fresa abunda y huele en los árboles el dinero y placeres caros, pues se me dio la chingada gana de hacer pipí a las afueras de un bar; de pronto llegó la policía y me quería llevar al bote y pues le ofrecí unos centavos de soborno. La policía me pidió más de lo que yo humildemente le estaba ofreciendo. Después de negociaciones largas y cansadas llegamos a un acuerdo con una cifra alta, cuando se lo metió a su bolsa le dije: “imagínate si me hubiera zurrado, el billetón que usté, señor policía, hubiera ganado”; las flores no duran para toda la vida.

Existen reglas que desde niño a uno lo educan, ya sea en la casa, pueblo, terreno, escuela o en la misma vida, por ejemplo, uno siempre tiene que decir: “hola”, antes de empezar una conversación, ya sea con un conocido o desconocido; uno tiene que recoger su plato siempre que termina de comer, pero hay reglas escondidas que se supone uno tiene que saber también, como no besar a la mujer en la mañana sin lavarse la boca porque se te cae el chiste, y eso va también para las hembras, no na’más por ser bonitas y estar sabrosas no se la tienen que lavar, la boca les huele a lo mismo en la mañana. Hagan caso y dense a la tarea de pasarse, de jodido, un chicle en la mañana.

En el beisbol existen las reglas que todos conocemos: las leyes del librito, las que dicta el ampáyer… pero hay otras reglas que son las escondidas como huevos coloridos de pascua, por ejemplo: si tu equipo va ganando por seis o más carreras no te puedes robar la base porque, créeme, te van a dar pelotazo a ti o a otro de tu equipo; el mejor ejemplo fue el mundial de beisbol del 2013, en el juego México contra Canadá. Los mexicanos perdían por seis carreras en la novena entrada; los canadienses abren con toque de pelota rompiendo otra de las reglas escondidas de beisbol —no se debe tocar la bola cuando vas muy arriba en el marcador— y naturalmente ¿qué creen que la pasó al segundo bateador de Canadá? Ahí les va: Luis Alfonso “Cochito” Cruz le da la señal al pitcher mexicano, Arnold León, de balearlo con pelotazo y, dicho y hecho, ¡lo hizo! Le clavo la bola bonito y todo esto se convirtió en tremendo zafarrancho: golpes por todos lados, uno de mis ídolos, “Mosco” Arredondo, se dejó venir desde el Center Field para agarrarse a madrazos también. Cosas agridulces del beisbol que no se olvidan.

 

 

Pues este pasado lunes las noticias se destaparon al chingazo y más las redes sociales cuando Fernando Tatis Jr., de los Padres de San Diego —un joven pelotero que está rompiendo la liga en todos los aspectos—, en el juego contra Rangers de Texas, en la octava entrada, ganando por siete carreras con tres bolas y cero strikes, con la casa llena, decidió pegarle a la recta que le picharon, pues Tatis Jr. se la puso lejísimos del Grand Slam a Nicasio pitcher, veterano del equipo de Rangers. El mismo manager de San Diego y el de Rangers hablaron mal del joven pelotero por pegarle a un strike y así poner todavía más arriba el marcador; todavía lo hicieron disculparse en televisión nacional por sus logros en ese juego. Muchos jugadores veteranos de gran calibre se lo festejaron, a otros no les gusto.

 

 

A veces las reglas se tienen que romper. En lo personal, Tatis Jr. hizo lo correcto, y más ahora que la temporada es corta y se tienen que ganar los más juegos posibles. A mí esa regla escondida no me gusta y yo hubiera hecho lo mismo. Es lo mismo que si tú estuvieras en una cantina a las 8:00 de la noche y una mesera de buen ver te manda una cerveza al centro con casa llena, ¿la tomas o la dejas?

 

 
 
 
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The fact that Fernando Tatis Jr. had to publicly apologize for giving maximum effort and full hustle even in a blowout is legitimately upsetting.

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Atentamente,

Pliego Villarreal

 

Fotografía principal: Adobe Stock.

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