El boxeo siempre ha sido una gran parte de mi vida; es un deporte muy completo, mucho más de lo que la gente cree, y conlleva fuertes sacrificios. Sólo la gente con hambre de victoria en el boxeo y sobre todo en México que, aunque muchos pudieran decir que no, somos una potencia mundial en este maravilloso deporte, logran sobresalir en este deporte.

De los mejores recuerdos que tengo con mi padre, son las noches de box todos los sábados. El amor por el pugilismo me lo inculcó él, me enseñó movimientos, técnica y la forma en la que se maneja el puntaje. Como ya lo había dicho, todo empezó los sábados por la noche, después de cenar y ver una película, nos sentábamos a ver a los boxeadores mexicanos, que la verdad es que nos tocó una muy buena época. Tal vez por eso cada vez que veo una pelea, me trae un fuerte dejo de tristeza y emoción al mismo tiempo.

Recuerdo haber visto excelentes encuentros: el empate entre Juan Manuel Márquez y Manny Pacquiao en la primera pelea; el robo en la segunda pelea y el maravilloso nocaut (minuto 26 del video abajo) en la última pelea. Vi a un joven con mucho talento, un poco inflado y cobijado por una televisora como el Canelo Álvarez y jóvenes promesas que simplemente se quedaron así, en promesas. Grandes recuerdos de mi infancia se entrelazan con el boxeo profesional mexicano.

No me tocó la época dorada del boxeador más grande de México y uno de los mejores de la historia a nivel mundial: Julio César Chávez. Aunque como gran aficionado al deporte en general, he visto sus peleas en YouTube varias veces y podría confirmar que es el mejor que hemos visto y tal vez el mejor que veremos. Está casi a la par de Cassius Marcellus Clay Jr, o como es mejor conocido Muhammad Ali. El único problema es que Chávez no era peso pesado y es más vistoso a nivel mundial el peso pesado. No demerito a Ali, el parecía que se deslizaba sin ningún problema en el ring.

Existen muchas promesas en el boxeo mexicano, pero la verdad me duele decirlo al momento, aparte de Saúl “Canelo” Álvarez, no hay boxeadores mexicanos de un nivel tan grande, las promesas están y espero se concreten pronto, aunque la mafia que sea convertido el boxeo, ha hecho que los talentos disminuyan si no son taquilleros.

El 2020 fue un año difícil para el boxeo a nivel mundial, esto por obvias razones de pandemia y cancelación de eventos masivos. Es por esto que, con el regreso de las actividades, no hemos podido tener una pelea de gran talla, la preparación para una de ellas es muy larga y la pandemia no ha dejado que se consoliden.

Para los siguientes meses, esperemos que para el final del 2020 o principios del 2021, tengamos una buena pelea de Saúl Álvarez. Aún no se sabe contra quién, pero se especula que probablemente sea contra un inglés, o una nueva batalla contra Gennady Golovkin.