Las buenas sociedades: una bendición
Escrita en: Septiembre 04, 2020
Hace diez años hice una sociedad con Lucía, mi socia hasta la fecha… seguimos juntas, cosa inaudita y ya verán por qué.
La conocí gracias a mi actual esposo; aunque ya sabíamos quienes éramos y teníamos amigos en común, nunca nos habíamos presentado formalmente. Ella se iba a asociar con Pablo —mi esposo—, pero para él esto era un hobby. Siempre ha sido amante de los muebles —más bien de todo— vintage y tiene un gusto muy fino para ello, pero pensó que no le iba a poder dedicar el tiempo necesario y comprometerse, así que se le ocurrió que lo hiciera conmigo —cosa que nunca dejaré de agradecerle—. Lucía —sin pensarlo y para mi sorpresa— aceptó de inmediato. Firmamos el acta constitutiva de la empresa hace diez años, yo con ocho meses de embarazo y sin mucha idea de cómo iba a salir todo y qué futuro tenía. Hoy les digo que es de las mejores decisiones que he tomado en mi vida y sin duda la más enriquecedora a nivel personal.
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Lucía y yo empezamos un negocio hace diez años, DECADA Muebles Vintage. A ciegas en todos los sentidos: a nivel trabajo y a nivel sociedad/personal. Pero después de este tiempo milagrosamente todo funciona y, si les soy sincera, mejor de lo esperaba. A nivel personal no solo encontré una socia, encontré una amiga, a la madrina de mi hijo —Simón, el chiquito, una bala pero eso sí, hermoso— y una hermana, ¿que más se puede pedir? Otra vez, ¿suerte o esfuerzo? Creo que es la segunda. Las personas te llegan, pero está en ti verlas, aprovecharlas y quererlas.
Lucía viaja mucho, no vive en México y sin embargo estoy segura que trabaja más que cualquier socia que yo podría tener en México. Es comprometida al cien y, cuando digo al cien, no es broma; es confiable, puede estar con una diferencia de horario de siete horas y entrega las cosas a tiempo aunque no duerma.
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Poco a poco, sin forzar las cosas, encontramos nuestro lugar; ella —aunque me cuesta trabajo aceptarlo— es más creativa, lo admito y le doy ese papel; yo soy más ejecutora y administradora, la aterrizo con mi propio gusto, obvio, pero ella tiene otra visión increíble la cual siempre respeto.
DECADA es Lucia y es Ceci, no hay negocio sin una o la otra, de eso estoy segura. Es una simbiosis difícil de separar porque aun cuando las dos somos independientes, emprendedoras y entronas, no creo yo —estoy segura que tampoco ella— lograr esto con otra persona. Profundo respeto y admiración es lo que existe entre ambas.
Ver esta publicación en InstagramGracias! @grupohabita ...un proyecto mas, con un gran equipo! #decadainteriores
Lucía me dio un negocio y más que nada una profesión, y me enseñó lo que son el profundo respeto y solidaridad como nadie, por eso cada vez que una amiga me dice que va a empezar un negocio le digo: ”hazlo con una socia, porque te empuja, te anima”. Ojalá todas tengan la suerte de encontrar su socia como la mía: una hermana.
Cancion que me inspiró:
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