Manos y pies
Escrita en: Abril 16, 2021
Las distintas formas de utilizar nuestros dedos de las manos y la importancia que tienen para ayudarnos a lograr todo lo que hacemos día a día es algo que damos por sentado; la flexibilidad y fuerza que poseen puede extenderse desde o hacia el pecho, dependiendo si existe tensión o no en ellos. Físicamente nos permiten agarrar cosas, moverlas y realizar múltiples tareas, incluso algo que todos hacemos mucho, que es poder utilizar nuestros celulares para resolver las tareas de la actualidad.
Siempre he pensado que los dedos son una extensión de los hilos del corazón; es como si se fuera alargando la energía del amor por los brazos y se abriera en hilos más finos que son nuestros dedos, ¿cuántas veces al entrelazar los dedos de las manos sentimos cierta calma, cierto arraigo y seguridad?
Hablar de padangusthasana, donde se traduce del sánscrito como: pada - pie y angustha - dedo pulgar, hace referencia a la conexión que hacen los dedos de las manos con los dedos de los pies. Normalmente, cuando somos niños, pasamos mucho tiempo jugando con nuestros pies, estamos más tiempo descalzos y esto permite que de pronto podamos conectar una serie de canales que le dan al cerebro la oportunidad de sentirse en calma. La calma que nos pueden brindar los dedos de las manos entrelazando a los dedos de los pies permite que todo el cuerpo se sienta unido, que se active una coherencia interna, nos ayuda a arraigarnos y a sentir apoyo.
Parece una postura muy sencilla y, aun así, a veces, compleja de alcanzar. Para poder tomar nuestros dedos gordos de los pies es necesario flexionar el cuerpo hacia el frente, dirigiendo nuestra columna hacia una extensión importante. Los músculos de las piernas también se ven relacionados con esta unión, pues la flexibilidad de atrás de las piernas es necesaria para un buen agarre de manos y pies.
Para realizar esta postura, esta conexión tan útil en estiramientos más profundos o avanzados, podemos comenzar calentando el cuerpo con algunos saludos al sol, algunas posturas de flexión hacia el frente para ir soltando a la parte de atrás del cuerpo. Podemos comenzar sentados, con las piernas hacia el frente, los pies en flex y las rodillas flexionadas lo necesario. Primero inhalamos y alargamos la columna lo más posible para que en la exhalación conectemos con los músculos del abdomen y así alargar mucho más la parte de atrás del cuerpo; flexionamos los dedos anular y meñique para con el dedo índice, medio y anular de nuestras manos poder rodear el dedo pulgar del pie, una vez que estos hacen conexión, los dedos utilizan su fuerza para mantener esta conexión y así darle la señal al cerebro de que las extremidades están unidas; se forma un circuito de energía que nos permite reconectar con el centro de nuestro corazón y con la posibilidad de arraigarnos con la base del cuerpo. Es importante mantener cierta fuerza en los dedos de manos y pies para ayudar también al dedo gordo del pie a respirar y generar fuerza, esto nos ayuda a caminar y a mantener los pies abiertos para recoger la energía que nos brinda la madre Tierra.
Fotografía principal: Jan Canty en Unsplash.
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