Tortuga
Escrita en: Agosto 06, 2021
La tortuga es un animal que pertenece al grupo más antiguo de reptiles, en mi opinión, son pequeños dinosaurios de tierra y agua que encarnan sabiduría y longevidad, muchas veces también son considerados seres sabios por su paciencia y tranquilidad para resolver las distintas tareas que realizan. Las tortugas simbolizan a la madre Tierra, son la personificación de la energía femenina, la madre eterna y el útero de la Tierra del que nacemos y al que regresamos. En este ciclo de dar y recibir encuentro interesante reflexionar sobre nuestra relación con los recursos que utilizamos día a día, nuestros recursos energéticos individuales, nuestros esfuerzos físicos y la manera de utilizar nuestros recursos mentales; nuestra inteligencia.
En estos momentos donde la energía del sol de verano nos acompaña es normal que tengamos más ganas de salir y compartir con amigos y familia momentos de diversión y alegría que tanta falta nos hacen. Personalmente me he planteado la pregunta: ¿cómo quiero pasar este tiempo y en dónde? Quiero encontrarme en lugares con más naturaleza, donde pueda quitarme los zapatos y conectarme con la Tierra, recargarme de la energía y sabiduría del planeta, sentir esa sensación de arraigo y libertad a la vez.
Con estas reflexiones identifico lo que muchos han reconocido desde tiempo atrás y es esa oportunidad que tenemos de pasar momentos con la naturaleza, momentos donde respirar y observar sean lo más importante. Hacer un esfuerzo diario, o por lo menos los fines de semana, de volver a nuestra raíz; nuestro origen puede devolvernos la oportunidad de limpiar la mente del caos o, por lo menos, darle una pausa al cerebro y enfocarlo en estar. A veces, el no hacer es más importante para desbloquear patrones de pensamiento que nos frenan explorar nuestro potencial.
La postura de kurmasana, donde kurma es tortuga en sánscrito, es una de las posturas que requiere cierta flexibilidad en la cadera, el lugar donde se encuentra nuestra relación con el mundo material. Este hecho me parece muy importante porque también une al segundo chakra, que es el contenedor del agua, de nuestra capacidad de disfrutar. Estos dos elementos justamente son por los que las tortugas se mueven.
Es importante que al buscar realizar esta postura mantengamos una mente abierta y lista para ver más allá de la forma y conectemos con el significado ancestral de la tortuga, imaginar cómo salen del agua a dejar sus huevos y después regresan a las olas infinitas de la danza del océano. Ellas no desconfían, solo van y lo hacen, confían en su sabiduría ancestral, en que sus cuerpos están diseñados para todas estas tareas.
Para realizar esta postura es necesario haber realizado posturas para abrir caderas, calentar la parte de atrás de las piernas y haber ejecutado flexiones al frente. Comenzamos sentados y separamos las piernas hacia los costados; las rodillas se flexionan para pasar los triceps justo debajo de los isquiotibiales para después, poco a poco, continuar con una flexión al frente y alagar las rodillas lo más posible para, al final, mantener la frente en el piso y respirar muy profundo. Así, en esa postura, podemos observar cualquier imagen que pueda surgir y dejarnos llevar por la energía que se genera al liberar nuestras piernas y caderas para fluir apoyados en la Tierra.
Fotografías: Blanca Oceguera.
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