Regeneración del universo
Escrita en: Diciembre 03, 2020
Cuando hablamos de energía femenina muchas veces pensamos que concierne únicamente a las mujeres, pero, en mi opinión, concierne a todos, más aún ahora que tenemos la libertad de acceder a información sobre nuestra dualidad. Hombres y mujeres vivimos con una dosis de energía femenina dentro de nosotros y cada vez existe más curiosidad sobre los temas relacionados con la intuición, lo sutil, la fuerza y la belleza.
El valor que de pronto necesitamos para enfrentar al mundo es una de las características principales de la diosa Durga; es la diosa de la victoria del bien sobre el mal. Su nombre se traduce del sánscito como “la invencible”, donde dur es “dificultad” y gam es “sobreponer”. Su poder lo utiliza especialmente a través de la expresión de la fuerza, en forma de amor y compasión, ayudando a todos los que creen en ella para disolver el ego con cada una de las herramientas recibidas por todos los dioses para combatir la obscuridad interior humana y, así, dar paso a la regeneración del universo. Es una reencarnación de Paravati y madre de Ganesh, aparece montando un tigre, su animal de poder y vehículo. Durga nos enseña a aceptar el mundo tal cual es, a actuar de manera consciente ante las situaciones que nos enfrentamos y a utilizar las herramientas adecuadas para cada situación.
Es llamada “la diosa de las diosas” porque reúne todos los poderes de los dioses, lo cual es un recordatorio de todo lo que ella es: la unión de la fuerza colectiva. Es la personificación del retorno de la Diosa. Su energía nos ayuda a establecer límites claros y amorosos en relaciones o situaciones necesarias. Se habla de un mantra o frase que ayuda a traer su energía al momento presente: “Om dum durgayei namaha” que se traduce como: “Me conecto con la energía de la diosa Durga quien otorga compasión, valentía y paciencia”. Su amor y protección se atrae cuando estamos pasando por situaciones complejas, donde necesitamos más apoyo de lo normal.
En esta postura definitivamente encontramos fuerza, es una postura de pie donde las caderas necesitan cierto grado de flexibilidad. Para realizar la postura comenzamos en postura de la montaña; separamos los pies a una distancia aproximada del largo de una pierna con las puntas de los pies apuntando hacia afuera y colocando peso en la parte externa de los pies, al igual que en la yema del dedo gordo. Las rodillas se flexionan en direcciones opuestas una de la otra para apuntar hacia el dedo más largo de los pies; es importante cuidar mucho esta dirección para proteger las articulaciones y todos los líquidos que las rodean. La cadera se mantiene a la altura de las rodillas; el sacro apunta hacia el piso, lo que hace que la cadera se abra un poco más y se libere cualquier tensión en abdomen bajo y órganos internos; la columna sigue su extensión tratando de alejar la cabeza y el sacro lo más posible. Los brazos pueden tener distintas formas o mantenerse en movimiento dibujando círculos para poder mantener al cuerpo en movimiento aún en una postura estática. Busca cerrar tus ojos y sentir la conexión con la fuerza y la compasión para regenerar tu cuerpo a través de la energía de Durga.
Fotografía principal: Sonika Agarwal en Unsplash.
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